El Atractivo de un Reloj de Diamantes
La palabra diamante se deriva del término griego adámas, que significa indestructible o inalterable. Los diamantes inmediatamente aumentan el valor de cualquier joya, y esto se debe a que esta piedra preciosa tiene una clase propia, es muy fuerte y ofrece una alta dispersión de la luz. Los fabricantes de relojes no han permanecido ajenos al potencial del diamante, y han logrado añadirlos a sus relojes de lujo.
Los relojes de diamantes son, por supuesto, muy caros, y se crean para un mercado adinerado que adora el lujo y lo disfruta; son el ejemplo perfecto de un reloj joya. Los diamantes finos deben tener las conocidas cuatro Cs (en inglés): quilates, corte, color y claridad, y dan distinción y excelencia a las piezas que adornan, incluyendo a los relojes finos.
Un quilate es una unidad de peso que mide la masa del diamante, y equivale a 200 miligramos. Cuanto mayor sean los diamantes más alto es el precio por quilate, ya que los diamantes más grandes son poco frecuentes y muy deseados.
La claridad es una medida de los defectos internos del diamante. Existe un sistema creado específicamente para determinar la claridad de un diamante, y sólo 20% de los diamantes tienen la claridad suficiente para ser considerados como una piedra preciosa. Por supuesto, cuanto más claro es el diamante, mayor es su precio.
Un diamante idealmente debe ser incoloro, lo que significa que se considera como un diamante grado “D”. Los diamantes grado “E” o grado “F” tienen un color tan claro que no se nota cuando se colocan juntos en una joya o un reloj. Por último, el corte de un diamante describe la forma que se le ha dado, ya sea pera, oval o cuadrado.
Marcas famosas como Cartier son muy conocidas por sus relojes de diamantes. Cartier ha creado fabulosos relojes de diamantes, como los de la colección Le Cirque Animalia, que incluye relojes adornados con diamantes, esmeraldas, nácar y auténticas piedras preciosas.
Si va a comprar un reloj de diamantes, no olvide preguntar por los documentos correspondientes que acrediten que las piedras preciosas son genuinas. Después de tener estos documentos, le aconsejamos que lleve la pieza a un tasador acreditado para que éste registre huella del diamante. Esto le permitirá confirmar que el diamante no será cambiado.